Madre Petra que estaba en Valencia viajó hasta Barcelona para ver cómo resolvía aquel problema, cuando llegó, lo primero que hizo fue arrodillarse a los pies de San José y orar, cuando salió le preguntaron qué le había dicho san José, y ella respondió que el santo lo arreglaría, que harían ejercicios espirituales y lo demás ya vendría. Entraron a la capilla a dar gracias a San José, y ocurrió algo realmente sorprendente, se dieron cuenta de que la cabeza de la imagen se había inclinado suavemente hacia el lugar donde Madre petra había estado orando. Esto dio pie a que consideraran a esta imagen milagrosa.
A los pocos días llego a la casa una señorita preguntando por Madre Petra. La portera le aclaro que no podía verla, pues toda la comunidad, incluso la Madre, hacía Ejercicios.